El martes pasado, se cumplieron cinco años del primer suceso que causó gran conmoción y asombro en la comunidad de San José de Metán, una pequeña imagen de una Virgen derramaba lágrimas que parecían sangre.
La familia propietaria, que descubrió el misterioso hecho cuando la Virgen lloró por primera vez hace cinco años, residía en una vivienda ubicada en el barrio Marco Avellaneda.
Luego se trasladaron a la calle San Lorenzo (Este) a la altura del 522, en inmediaciones del barrio Granadero Díaz, donde lograron construir un oratorio.
Este martes, en el quinto aniversario, la Rosa Mística volvió a derramar lágrimas que parecen de sangre.
“Se cumplieron cinco años de su primera manifestación, que ocurrió un 5 de abril de 2017. Según nuestros registros, va llorando 65 veces. Nuestra madre sin duda nos está dando un mensaje y soy testigo de que ha concedido muchos milagros”, dijo a Rosana Mendoza, quien es miembro de la familia propietaria de la Virgen Rosa Mística.
“Dios se manifiesta de diferentes maneras y a veces elige a los más humildes, por eso creo que nos eligió a nosotros y vamos a respetar su voluntad. Esta virgencita es de todos los metanenses”, destacó.