Alfredo tiene 82 años y es uno de los tantos damnificados por la financiera Ríos & Asociados.
Este vecino relata en primera persona, la desesperación que vive al ver que su vehículo y sus ahorros de toda la vida desaparecieron y hasta el día de hoy no obtiene una respuesta.
Alfredo tiene diabetes, y su esposa, hace dos años que se encuentra en cama a la espera de una operación de columna.