El 21 de junio es el Día Mundial contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Se trata de una enfermedad neurodegenerativa progresiva, poco frecuente y no transmisible, que afecta mayormente a los varones y cuyas causas aún son desconocidas.
Se caracteriza por atrofia progresiva de todos los músculos del organismo, a excepción del corazón y los que controlan los esfínteres vesical y anal y los movimientos de los ojos. También se mantienen intactos los sentidos y el intelecto.
La ELA afecta a las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal, que son las encargadas de hacer que los músculos del cuerpo se muevan. Esto hace que el cerebro no pueda controlar el movimiento del cuerpo y la persona pierda progresivamente el control de los músculos.
Si bien los síntomas pueden ser muy variados, en general son consecuencia de la debilidad y pueden llegar a afectar la capacidad de caminar, vestirse, escribir y otras actividades.
La enfermedad fue descrita en 1869 por el neurólogo francés Jean Martin Charcot, uno de los fundadores de la neurología moderna. Por ello, la esclerosis lateral amiotrófica también es llamada enfermedad de Charcot.