Un joven metanense de 34 años, que tiene epilepsia, desde pequeño fue un vendedor ambulante y ahora se gana la vida con un pequeño emprendimiento de venta de garrapiñadas, girasol confitado, maní salado y maní con chocolate, que prepara con sus propias manos.
Se trata de Cristian Ramón Palavecino, un joven que ya es un personaje muy querido en San José de Metán debido a que recorre las calles, comercios, eventos deportivos, fiestas religiosas y patrias para vender sus productos que prepara de manera totalmente artesanal.
Cristian vive en el barrio Libertad, donde al lado de su abuela, doña María Elvira Valenzuela, de 84 años, mostró cuál es la receta para preparar unas buenas y sabrosas garrapiñadas.
“Salgo a vender cuando hay partidos de fútbol en la cancha de la liga y de los veteranos. También hago pebetes de jamón y queso. La gente dice que mis productos son buenos, que son ricos. Yo trabajo con mucha higiene y hay que ponerle dedicación y muchas ganas porque todo es artesanal”, sostuvo.
Luego relató que siempre tuvo que luchar contra la epilepsia y contó sobre ataques que sufrió en la calle, en los que siempre fue ayudado por la gente solidaria de Metán. “No es fácil vivir con esta enfermedad, ahora por suerte estoy bien medicado y me siento mejor. Pero muchas veces la pasé muy mal. Pero no me detengo, sigo adelante porque tengo que trabajar”, expresó.
Fuente: Adrián Quiroga -El Tribuno